De aquí que se ha encontrado que es más fácil abordar los conceptos
matemáticos que un alumno debe cubrir a través de actividades
computacionales, aprovechando la natural disposición que los
adolescentes tienen para usar juegos de computadora; esta característica
los hace sentir atraídos por el juego, sin estar plenamente conscientes
de ello, y para poder avanzar dentro de él tienen que ir practicando
los conceptos matemáticos que va aprendiendo en sus diferentes cursos;
lo cual requiere de su habilidad mental, de anticipar la jugada para que
el resultado sea el que espera y esto se desarrolla a través de las
actividades lúdicas bien planeadas y organizadas con el objetivo claro
de lo que se desea lograr en el alumno.
Hay
infinidad de alternativas para este tipo de juegos: Van desde los muy
sencillos (como aquellos en que se pide la determinación numérica de las
coordenadas de algún personaje malévolo a ser eliminado dentro del
juego, mismas que permiten ubicarlo en el plano coordenado) hasta otros
poco más complejos como los juegos tipo tetris para los cuales la
determinación del bloque adecuado estará en función de la descomposición
en factores primos de acuerdo a la superficie a ser rellenada. Hay un
mundo de alternativas por explorar, siendo el portal de www.temoa.info y
bajo el criterio de búsqueda “mathematical games” un excelente sitio
para explorar estas alternativas.
El adoptar
juegos que refuerzan los conceptos matemáticos vistos en clase y
permitir que el alumno los practique en un contexto diferente, con un
ambiente gráfico y totalmente familiar para él, es una estrategia útil a
la hora de trabajar con alumnos que no han comprendido del todo la
interpretación de los conceptos matemáticos. Los juegos computacionales
dan una respuesta integral a los problemas anteriormente enunciados pues
permiten al alumno realizar la construcción de una estrategia de
solución de forma incremental donde los conceptos matemáticos adquieren
un significado para resolver el reto planteado, dejando así mismo que el
alumno monitoree su propio progreso y desarrolle un mayor interés por
la correcta aplicación de conceptos, directamente proporcional al nivel
de dificultad del propio juego.
La práctica de
conceptos matemáticos en el entorno de un juego computacional permite ir
más allá de una sencilla simulación de los problemas matemáticos (como
sucedería con la graficación de funciones usando un paquete
computacional) para llegar al descubrimiento o corroboración de los
conceptos a través del método de prueba-error (en sus etapas iniciales),
mejora de soluciones (por observación), y planteamiento de estrategias
de solución (acumulando la experiencia en diferentes niveles o
diferentes juegos).
Estas actividades lúdicas
pueden incorporar nuevos elementos creativos al proceso de enseñanza,
enriqueciéndolo y llevando a cabo una transformación en el alumno al
volverlo un elemento totalmente activo y sobre todo responsable de su
propio aprendizaje, máxime del disfrute de la actividad.
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